El 16 de febrero cantaremos la liturgia del VI Domingo del Tiempo Ordinario con el acompañamiento al órgano de Jaime Martínez Vivancos.

Comenzaremos con el introito cuyo texto procede del salmo 30:

Esto mihi in Deum protectórem, et in locum refúgii, ut salvum me fácias: quóniam firmaméntum meum, et refúgium meum es tu: et propter nomen tuum dux mihi eris, et enútries me.

– Sé para mí un Dios protector y un lugar de refugio, para salvarme: porque Tú eres mi roca y mi baluarte; y por tu nombre serás mi guía y me sostendrás.

El aleluya emplea una melodía muy hermosa en el iubilus y recoge el comienzo del salmo 97:

Cantáte Dómino cánticum nóvum: quia mirabília fecit Dóminus.

– Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.

La comunión hace uso de parte del salmo 77 con una interpretación especialmente eucarística:

Manducavérunt, et saturáti sunt nimis, et desidérium eórum áttulit eis Dóminus: non sunt fraudáti a desidério suo.

– Comieron y quedaron satisfechos, el Señor los satisfizo en su deseo, no quedaron frustrados sus anhelos.

Cantaremos también el ordinario II Fons bonitatis.